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28 de marzo de 2014

8 días en Nueva York. Día 8: una mañana para despedirnos de Manhattan

¿Tienes planes hoy?
Últimas horas en Manhattan, el Hotel del Terror tenía una cosa positiva esperándonos, y es que tiene una consigna en dónde podemos dejar las maletas hasta la hora de partir.

Manhattan desde Brooklyn

Lo hemos dicho en algunas ocasiones, pero en nuestro caso los traslados, tanto de ida o vuelta al aeropuerto, los teníamos contratados. Así que, sabíamos que teníamos que estar a cierta hora en la puerta del hotel para que nos llevaran hasta allí.

Dejamos las maletas en la consigna, previo pago, con un poco de miedo, porque eso era como una oficina de objetos perdidos, pero ya a esas alturas había que confiar. Y fue bien, la verdad.

Itinerario día 8 de 8 días en Nueva York


En la última mañana solo nos planteamos pasear, y pasear, y pasear. Casi era como despedirnos de todos esos lugares que nos habían dado tan grandes momentos.

Tenemos muchísima suerte, porque a pesar de haber bajado las temperaturas amanece un día soleado precioso, que parece iluminar todo para que aún nos de más pena volver.

Desde nuestra llegada una semana antes el Midtown ha sufrido alguna transformación. Halloween está mas cerca y se empiezan a ver calabazas por muchos más lugares.

Nueva York

Realmente nos dedicamos a hacer un recorrido muy similar al de nuestro primer día, pero ahora de otra manera. Mucho más tranquilos. Nos hacemos muchas fotos personales, divertidas. Vemos los mismo sitios que habíamos contemplado, cuando estábamos recién llegados. Y nos damos cuenta de que no nos parecen ya tan grandes, ni nos imponen tanto, pero nos encantan más…

Empire State Nueva York


La 5th Av. vuelve a convertirse en protagonista, la paseamos a un lado y otro. Nos acercamos a la Biblioteca, de nuevo, para sentarnos en sus sillas, para dejarnos invadir del ambiente del lugar.

Es curioso, una vez más nos encontramos por allí a la pareja que conocimos en el barrio de Harlem cuando fuimos a la misa Gosspel. Tan grande que es esta ciudad y en una semana nos hemos encontrado en tres lugares diferentes. Charlamos un rato y continuamos nuestro paseo.

The New York Public Library

Llegamos a Columbus Circle, ubicada en la interseción de Broadway, la 8th Av. y Central Park Street, esa plaza a la que llegamos días antes cuando la luz caía y casi no vimos y de gran importancia en Nueva York. 

En este último día la podemos observar bien. El centro lo preside una escultura de Cristobal Colón a raíz de la celebración del cuarto centenario del Descubrimiento de América, y a quién está dedicado este lugar.

Columbus Circle

Es curioso que son los italianos los que aportaron la columna de granito y los que son protagonistas cada 12 de octubre de la celebración. De hecho, el Empire State se tiñe de los colores de la bandera italiana.

Esta plaza es donde se encuentra el km 0, para medir las distancias de los destinos a Nueva York. 

En la entrada que os mencionamos esta plaza os adelantábamos que os fijarais dónde apunta el dedo de Colón. A diferencia de casi todas las que hay sobre él, ésta no tiene el dedo apuntando, lo tiene abajo, ya que no tiene que señalar “Las Americas” porque ya está en ellas.

Columbus Circle

En la plaza destaca, a los pies del Hotel Trump, la Bola del Mundo que seguro que habréis visto en numerosas ocasiones. En esta plaza también está una de las entradas a Central Park.

Continuamos con el paseo, retrocedemos por Broadway. La mañana sigue avanzando y nuestra mirada intenta retenerlo todo en los último momentos.

Nueva York

Times Square vuelve a nuestras vidas, lo primero que vimos y será de lo último que veremos hasta la próxima ocasión (cuando llegue). Curiosamente, no es un rincón que nos apasione, pero por cosas del destino acaba convirtiéndose en apertura y cierre de nuestra estancia de Nueva York.

Nos quedaron tantas cosas… ¡Y nos llevamos muchas más!

Times Square

En el aeropuerto empezamos a pensar en el jet lag que vamos a vivir. En esta ocasión hay que intentar dormir todo el viaje para que cuadren los horarios… pero no lo conseguimos. 

Echando la vista atrás parece mentira que haya pasado una semana. La rutina, nuestra vida habitual, se ha detenido. No sabemos muy bien qué ha pasado en esta semana, nosotros nos hemos dado el privilegio de dedicárnosla a nosotros, de aparcar todo para que nada se interponga entre Nueva York y nosotros dos, en el avión leemos una noticia que no podemos creer... el "abandono definitivo de la lucha armada de la banda terrorista ETA"... ese fue el primer contacto con la vuelta al hogar.

Volvemos a Madrid, y cuando pisamos nuestra ciudad, aparte de sueño, tenemos experiencias que para siempre formaran ya parte de nuestras vidas, recuerdos y sensaciones que Nueva York nos regaló. Sabemos que tras este viaje hemos fijado un hito más en nuestros recuerdos cuya banda sonora serán las risas… o quién sabe, ¿El bamboleo del Café Wha?

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Avión en vuelo

26 de marzo de 2014

8 días en Nueva York. Día 7: un día de lluvia, de compras y música en directo

¿Tienes planes hoy?
Era jueves, el viernes siguiente, a la tarde, saldría nuestro vuelo de vuelta a Madrid. Nos quedaba un día y medio en la ciudad. Y lo queríamos aprovechar.

Sexta Avenida Nueva York

(Inciso: el día de hoy no es un día fotográfico, así que en esta entrada os adjuntamos más imágenes de Nueva York tomadas en nuestra estancia, aunque no estén muy relacionadas con el texto, qué le vamos a hacer...)

Itinerario día 7 de 8 días en Nueva York


Estábamos bastante relajados, nos quedaban millones de cosas por ver, pero la verdad, que teníamos ganas de disfrutar con tranquilidad. Al ponernos en pie vemos que llueve, por primera vez en nuestro viaje, y lo hace con ganas.

Al poner los pies en la 7 Av., no vemos muy claro lo de pasear y entramos en el Macy’s, que está pegado al hotel, una conocida cadena comercial (tipo Corte Inglés).

Nueva York

Y sí, echamos la mañana. Directamente, nos entregamos y nos lo pasamos genial. Como hemos dicho en otras ocasiones, no tenemos un espirtú especialmente consumista pero, dentro del lugar, nos dejamos llevar y nos entregamos. No sabemos si actualmente se mantiene, pero en nuestra estancia, presentando en atención al cliente de esta cadena comercial el pasaporte, te dan una tarjeta con la que te hacen un 10% de descuento en la mayoría de productos, salvos aquellos en los que su precio acaba en 99 céntimos.

Quinta Avenida Nueva York

Salimos con algunas bolsas, y sigue lloviendo… aparte, hace muchísimo aire. Así que nos tomamos un tentempié y pensamos que es un buen momento para ir a buscar los regalos para la familia, y ¿Por qué no? ¡Igual algo más para nosotros!

Quinta Avenida Nueva York

Y así es, acabamos de nuevo en Century21 y, antes de darnos cuenta, ha caído la tarde! 

Recordamos el día y nos hace sonreír. Nos separábamos, juntábamos, salíamos, entrábamos… de verdad, dejad un ratito para ir de compras por Nueva York, aunque no sea de las cosas que más os gusten, merece la pena.

Greenwich Village

Viendo el reloj, hay una cita que tenemos para ese día. En la entrada que os hablábamos de Greenwich Village, hace unos días, os mencionamos un local de música en directo emblemático, el Café Wha. A nosotros nos lo recomendó nuestra amiga, y lo que hicimos fue desde Madrid reservar directamente para nuestra última noche en Nueva York. Lo hicimos a través de su web aquí y funcionó perfectamente.

En este local se puede tomar una copa y escuchar música, o también cenar. Nosotros decidimos aprovechar para cenar. 

Asi que nos acercamos al lugar a la hora acordada, tras dejar todas nuestras bolsas en el hotel y ponernos “guapos”.

Greenwich Village

Nos hacía muchísima ilusión acercarnos a un local típico por la noche y disfrutar de la música en directo. 
La experiencia fue fantástica, nos asignaron una mesa para los dos, relativamente cerca del escenario. Pudimos cenar antes de que empezara la actuación. 

Nos sorprendió que nada más sentarnos y casi antes de tomarnos nota nos pidieron la tarjeta de crédito, y no nos la devolvieron hasta el final. Algo que nos generó cierta tensión. Para colmo al volver a Madrid observamos como efectuaron un cargo en concepto de propinas que superaba el 20%. Si no habéis leído los consejos previos al viaje os recomendamos que lo hagáis, aquí os explicábamos como funcionaba el tema de las propinas.

Nueva YorkUn local oscuro, unas escaleras, luces de colores. De nuevo, gastronómicamente hablando nada destacó, pero aún resuenan algunas canciones que tocaron aquella noche que, cada vez que escuchamos, nos trasladan a uno de los recuerdos más bonitos que podemos tener.

Estilos variados, soul, rock, reagge… un poco de todo que sonaba de maravilla. La música en directo siempre es mágica. Y, además, nos ocurre una anécdota sin igual.

El local se llenó según avanzaba la noche. La gente iba bebiendo, la música, algunos se ponían en pie y bailaban. Entre canción y canción, nos sorprende cuando entre todos esos estilos suena el “Bamboleo”. Una canción que podíamos cantar!!!

Dicho y hecho, no solo la cantamos, no, nos enorgullecemos de nuestro idioma, y vocalizamos, alzamos el tono, damos alguna palmadita, que quede claro que no solo la conocemos, la sabemos, la manejamos, la dominamos. 

Detrás de nosotros, una familia compuesta por un matrimonio de unos 50, con sus hijos de unos 20 y algo, con las respectivas novias, disfrutan mucho. Disfrutan muchísimo, disfrutan etílicamente y se desinhiben aún más que nosotros.

Nos miran, les hace gracia cuando ven que no somos de allí, que nos sabemos el bamboleo, que digo saber, que somos profesionales del bamboleo, y, entonces, la madre se pone en pie, la señora se acerca sonriente bailando cadera derecha, cadera izquierda.. y viene a mí, por un momento dudo, de hecho pienso que no viene, que baila con la nada, pero no, viene a mí, extiende la mano y me saca a bailar…

Nueva York

Podría haber comenzado un tira y afloja, pero la señora insiste, me sonrie mucho, me pone en pie y yo solo me quiero morir de la vergüenza, pero no quiero ser desagradable. Me habla y no la entiendo, para empezar porque ni siquiera la oigo, el bamboleo continua, los hijos se desentienden de la situación, y el marido engancha aquí, al "que no escribe", le coge del hombro y le da una palmada en la espalda que sentí retumbar el local, con un compadreo que no deja de sorprendernos.

Nueva York

Bailo, sí, bailo con esa señora, porque me mira como si yo por saberme la letra del bamboleo tuviera que saber como se baila esa canción en modo profesional y ella quisiera aprender, copia cada patoso movimiento que yo hago, y lo copia con admiración. Nunca fui consciente de que fuera tan larga esta canción. No puedo parar de reir, y el marido y el que no escribe miran, uno hablándole al otro, más bien solo habla el marido de la que baila, y el que no escribe se rie, le tienen agarrado por el hombro y no le sueltan.

Durante un instante intento abstraerme y ver la situación desde fuera. Estamos en Nueva York, en Greeenwich Village, en el Café Whá, mítico, emblemático, la noche de un jueves. Y hemos acabado con una pareja que no conocemos, que no sabemos ni de dónde son, yo bailando con esa señora el bamboleo y el que no escribe con un brazo en el hombro y un señor compadreando. Todo muy surrealista…

Cafe Wha Nueva York
La verdad que pasamos una noche estupenda, nos dejamos llevar, y a eso de la 01:00 decidimos dejar el local.

Sobre el Metro habíamos leído que no era muy recomendable cogerlo por la noche. En algunos foros, en cambio decían que no había problema. Ante la duda y, aprovechando la disculpa de al menos coger un taxi amarillo de Nueva York, aprovechamos esta ocasión para hacer uso del mismo.

Hay tantos que no tardamos nada en coger uno, al poco de salir del local. Un taxista hindú o pakistaní nos llevó al hotel como con prisas, a mí así me lo pareció, como brusco. Pero ahí estábamos, en el taxi amarillo.

Esa noche estábamos felices, última noche en el Hotel del Terror, las maletas que viajaron vacías a Nueva York iban a volver llenas. Todas las compras del día ocupaban la habitación.

Para el día siguiente teníamos unas 8 horas para despedirnos de la Gran Manzana, esperábamos que el día nos acompañara y aprovecharlo hasta el final.

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Nueva York desde el TOR

24 de marzo de 2014

8 días en Nueva York. Día 6: Empire State, Upper West Side y Union Square

¿Tienes planes hoy?
Vistas desde el Empire State

Tras 6 días en la Gran Manzana, hay una visita de las imprescindibles que tenemos pendientes. Como subimos al Rocckefeller unos días atrás en el momento del atardecer y noche, decidimos que la subida al Empire State la haríamos a primera hora de la mañana, para así, poder disfrutar desde las alturas de Nueva York en diferentes momentos del día.



Así que, dicho y hecho. La primera visita del día, el Empire State, muy cerca de nuestro hotel (350 5th AV). 

Las entradas para subir al mirador se pueden adquirir previamente y luego emplearlas en cualquier momento dentro de los 14 días siguientes. Esto puede ser útil para ahorrar tiempo y evitar las aglomeraciones.


Cuando llegamos, había bastantes personas haciendo cola para subir. El horario para acceder al mirador es de 8 de la mañana a 01:15 de la madrugada la última subida, luego permanece abierto hasta las 02:00. Se sigue un protocolo de seguridad bastante exhaustivo, nada de trípodes, ni el pequeñito (12 cm) de cámara compacta nos dejaron subir. 

El día estaba bastante nublado. Subimos en el ascensor bastantes emocionados. 

Vistas desde el Empire State

Una vez arriba te sientes casi un pájaro. La ciudad a tus pies en pleno ajetreo matutino, parece casi una maqueta. 

En el Empire State tienes vista hacia los diferentes puntos cardinales, una especie de verja o valla se interpone entre nosotros y el vacío. Los edificios se levantan irregulares pero todos altos, y parece que la base es una moqueta amarilla, debido a la cantidad de taxis que circulan por la ciudad.

Vistas desde el Empire State

Con respecto al Empire State, veréis que por las noches se ilumina, pero no siempre lo hace del mismo color. En nuestra visita, nos acompañó por las noches con diferentes tonalidades. Los colores no son aleatorios y, de hecho, mensualmente, se establece un calendario en el que se indica el color del día y el motivo. Lo podéis consultar aquí. Como anécdota, cuando España ganó el mundial de futbol se tiñó de los colores de la bandera de nuestro país.

Empire State Empire State


Con esa subida de adrenalina, aún tenemos más ganas de afrontar el nuevo día. Salimos del Empire, allí como en el zoo, antes de irte del edificio te hacen una foto, con el cartelito encima. El resultado de la misma fue bastante lamentable, así que se la dejamos alli, por si quieren hacer alguna fogatilla con ellas.

Vistas desde el Empire State

Directos al Metro, queremos acercarnos a ver la Catedral de St. John the Divine, el templo más grande del país y, junto con la Catedral Anglicana de Liverpool, se disputa ser la Catedral Anglicana más grande del mundo. Un edificio religioso que no llega nunca a acabarse. Para llegar aquí, hay que ir a la estación de Metro de Cathedral PKWY, que está en Amsterdam Av. Nos adentramos en el Upper West Side.

Upper West Side

La verdad que resulta bastante impactante, sus dimensiones llaman la atención y cuando intentas fotografiar sus exteriores te das cuenta que no hay perspectiva posible en la que enmarcar este lugar.

St John's The Divine

Rodea el templo un jardín bíblico con la fuente de la paz. El interior del templo nos sorprende, muchísimas capillas, todas ellas dedicadas. Destaca una dirigida a todos aquellos cuerpos que colaboraron tras el fatídico atentado del 11-s. Además hay otras 7 capillas que cada una representa a los diferentes grupos étnicos que llegaron de la Isla de Ellis.

St John's The Divine

Encontramos, además, una exposición dedicada al agua y, más que transmitirnos la experiencia una sensación religiosa, en algunos momentos nos parece una sala de arte moderno, como podéis ver en las imágenes.

St John's The Divine St John's The Divine


Con todo, nos gusta mucho, contribuye a ello un religioso que se acerca para contarnos en español parte de la historia de este lugar. Además, las dimensiones nos cautivan. La iglesia tiene un rosetón que dota de una iluminación característica el interior.

St John's The Divine St John's The Divine

Este edificio queda un poco retirado de otros puntos, pero bastante cerca está la Universidad de Columbia (privada) en 116th St. and Broadway, así que aprovechamos la ocasión para acercarnos y ver el ambiente que se respira en la Universidad más antigua de Nueva York, y la que cuenta con más Premios Nóbeles en su haber.

Universidad Columbia

En la universidad, todo transcurre como en cuaquiera. Muchas gente joven que sale y entra, que se sienta en los alrededores, un quiosco que ofrece picnics a los visitantes. El recinto lo conforman las diferentes facultades sitas en edificios robustos y ocupando un total de 6 manzanas. Un complejo impresionante.

Universidad Columbia

Desde aquí, volvemos a coger el transporte público para dirigirnos a Union Square ¿Por qué allí? Porque los lunes, miercoles, viernes y sábados se celebra el Greenmarket. Así que, como estamos a miércoles, pensamos que es una buena opción.

Union Square Union Square


Ésto es una especie de mercado al aire libre en el que se ofertan productos de agricultores, principalmente, como frutas y verduras. Con no, muy buen tino, llegamos tarde y Union Square está muy animado, lleno de gente, de barullo y movimiento, pero no queda rastro del Greenmarket.

Union Square

Aprovechamos la ocasión para visitar alguna de las tiendas que rodean la plaza, algún outlet y otros comercios e ir finalizando el día.

Al día siguiente, la lluvia marcaría nuestro destino…

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Upper West Side


22 de marzo de 2014

8 días en Nueva York. Día 5: Tribeca - Chinatown - Little Italy - Soho - Greenwich Village

¿Tienes planes hoy?
Tribeca

¡Qué ilusión! Tras el recorrido por el distrito financiero el día anterior, amanecemos locos de contentos con nuestras expectativas para este día. Las cámaras, los mapas, todo preparado...

Itinerario día 5 de 8 Nueva York


Cogemos el Metro, dirección Tribeca (estación Canal Street). Una vez allí, y con bastantes energías, decidimos que empezamos con las andanzas. Este es un barrio que anteriormente era industrial. Con la masificación que se fue produciendo en el Soho la población empezó a llegar aquí, ocupando esas vivienda características con escaleras de hierro, techos altos, estructuras industriales.

Tribeca

Robert de Niro aporta su grano de arena para impulsar aún más este barrio siendo residente en el mismo, inaugurando un restaurante (Nobu) y creando, junto con Jane Rosenthal, el Festival de Cine de Tribeca.

Tribeca

Este paseo resulta agradable y, a la tercera foto, rezumando inspiración por todos los poros de la piel con esos edificios, las cafeterías, los carteles antiguos en las fachadas… la batería de la cámara se queda k.o. No ha cargado correctamente y me encuentro mutilada. Por suerte cada uno llevamos una, aparte de la de video (que por cierto, tampoco cargó bien) y no nos quedamos sin testimonio gráfico. 

Tribeca

Paseamos por unas y otras calles, sin buscar nada concreto, solo observando el entorno. Pasamos por el parque de Wahington Market y seguimos caminando.

Washington Market - Tribeca

Desde Tribeca llegamos a Chinatown. El motivo por el que continuamos este itinerario es que queremos llegar al Soho a comer.

Chinatown

Nos damos cuenta de que hemos llegado cuando todo, y cuando decimos todo, es todo, tiene carteles en chino (incluído el McDonals). 

Chinatown

Caminamos por Bowery hasta que cogemos una de las callejuelas para adentrarnos más en el ajetreo asiático. Comercio variado, pescaderías, carnicerías, mercadillo callejero…

Chinatown

Durante el paseo salen en nuestra búsqueda para ofrecernos falsificaciones. No es un tema que nos llame la atención, y aún llamándonos, creemos que no habríamos comprado ninguna. Esto de seguir a un desconocido por callejones hasta un sótano, así, a priori, no nos emociona demasiado. Pero ese mercado existe y es abundante en el lugar.

Chinatown Chinatown
















Entre las calles, encontramos casi estrangulado Little Italy, una zona de la que no queda mucho, porque el barrio chino ha ido absorbiéndola. Aun así, encontramos algunos resquicios de la misma, la principal calle donde podéis disfrutar de locales italianos es Mulberry Street.

Little Italy

A este  barrio es donde llegaron los inmigrantes italianos y donde, en su momento, también se encontraba la mafia italiana. Al pasear encontraréis restaurantes principalmente y algunas banderas italianas.

Little Italy

Caminamos a lo largo de Mullberry Street dirección hacia el Soho, en el paseo, buscamos la antigua Catedral de St. Patrick, que se encuentra en lo que actualmente se llama el barrio de Nolita (North of Little Italy). Este barrio cuenta con nuevas tiendas y ha intentado incorporarse a lo que es el Soho.

Nolita

Construida a principios del s. XIX y reconstruida en 1865 tras un incendio, la antigua Catedral de St Patrick, hoy, es una basílica e iglesia parroquial. Hizo la función de Catedral hasta la construcción (1879) de la nueva situada en la 5ª Av, y de la que ya os hablamos aquí anteriormente. Como curiosidad para los cinéfilos, aquí fue, en la vida real, monaguillo Martin Scorsese y se rodó en los interiores la escena del bautismo de la película de El Padrino.

Antigua Catedral St Patrick

Antes de comer llegamos al Soho. El famoso y popular barrio de Manhattan. El Soho es uno de esos barrios reinventados que, en los devenires de la Historia, ha pasado por inestabilidades varias y se ha reconvertido de una forma especialmente llamativa. Una de las cosas visuales que identifica este barrio es la cantidad de edificios con hierro en su haber. Las arquitectura de sus fachadas, las escaleras, ventanas, su verticalidad, hace de este lugar un sitio muy especial.

Soho Nueva York

Durante años, en el Soho, la actividad fue industrial, estos edificios albergaban fábricas e industria varia, donde principalmente trabajaban inmigrantes europeos. Con el tiempo muchos fueron quedando vacíos. Y con el vacío, como ha pasado en otros tantos lugares, llegó la dejadez. Las fechas de mayor decadencia del lugar estaban en torno a los años 60.

Soho Nueva York

Mucha gente se mostró contraria a la demolición de estos edificios. Construidos en hierro colado por ser más baratos que la piedra. Así, los edificios industriales se convirtieron en lofts, espacios diáfanos, y el barrio, en inspiración, atrayendo a artistas y, con ello, a galerías de arte, a gente acaudalada, tiendas, comercio, exclusividad. El Soho, en unos años, pasó a ser un destino chic, bohemio y cotizado. De ahí nació el resurgir de Tribeca, como os contábamos antes, de la dificultad de absorber tanta gente y, sobre todo, como respiro a todos aquellos que no podían pagar los precios derivados de la revalorización del terreno en el Soho.

Soho Nueva York

Este barrio se delimita entre las siguientes calles. Por un lado, de Canal Street a W. Houston. y por el otro de W. Broadway a Crosby Street.

Paseando por este barrio, el tiempo volará, preciosos comercios, moda vintage, escaparates delicados, cafeterias, bares, restaurantes. Edificios singulares, como el de Singer.

Edificio Singer Soho Nueva York

Llevábamos un restaurante apuntado. Hasta la fecha, en pocas comidas habíamos necesitado hacer un uso intenso de los cubiertos, así que, sentarnos en una mesa, con nuestros cubiertos y unos ricos platos algo más elaborados, fue totalmente reconstituyente. El lugar elegido fue Balthazar, bistró clásico en la zona ubicado en 80 Spring St.

Soho Nueva York Soho Nueva York


No nos defraudó, comimos carne y pasta. Y la verdad es que estaba bastante bien, tampoco os vamos a decir que haya quedado en nuestra mente como algo inolvidable gastronómicamente hablando, pero el ambiente nos pareció estupendo. Como pega es que es un lugar donde las mesas están bastante juntas.

Tras retomar fuerzas, y reconciliarnos con el cuchillo y tenedor, continuamos la marcha. Ahora, la dirección que tomamos es Greenwich Village.

Greenwich Village

Esta zona se caracteriza por ser un barrio con “vida de barrio”, que posee algunos lugares emblemáticos. Nosotros hicimos una pequeña inmersión en él, y algunas zonas como el Washington Park se nos quedaron pendientes.

Paseando por sus calles se encuentran multitud de pequeños comercios que alimentan una vida tranquila.

Greenwich Village

Esta zona de Manhattan, tiempo atrás, era una zona independiente que ha acabado siendo adherida. Además, del pequeño comercio que os comentamos, destacan los clubs nocturnos de música donde tocaron artistas como Bon Dylan, entre otros. Nosotros, días después, haríamos una incursión al Café Wha, un local abierto en los 50, para escuchar música en directo, sito en este barrio y de gran popularidad, ya que artistas como Bruce Springteen han actuado aquí. Ya os comentaremos la experiencia, altamente recomendable.

Greenwich Village

Aquí, en Greenwich Village, además, se ha producido una gran defensa por los derechos de la homosexualidad. Un lugar emblemático es The Stonewall Inn (Christopher Street 51 y 53) donde, en 1969, se produjo un movimiento de liberación que ha pasado a la Historia, hasta el punto de estar incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos.

The Stonewall Inn Greenwich Village

Nuestra dirección nos lleva a la 8ª Av., vamos en busca de una zona que está comenzando su reconversión,el Meatpacking District. Habíamos leído que se trataba de una reinvención del lugar donde se encontraban los antiguos mataderos en Manhattan. Un barrio peligroso, y que ahora conformaba un barrio con encanto. Otra de esas zonas que habían dado un giro de 180 grados desde su origen. La estación de Metro es la que te deja en la calle 14.

Camino del Meating Packing district

Íbamos caminando y, por más que lo llevábamos todo anotado, no conseguimos llegar. Sí, esos bloggers imperfectos, que no solo viajan a Nueva York y se dejan el Flatiron, sino que se les echa la noche encima y no encuentran el Meatipacking District. Así que nos damos un buen paseo, más perdidos que otra cosa, y acabamos en el Metro volviendo a las inmediaciones del hotel.

Restaurante Ellen Stardust Dinner Restaurante Ellen Stardust Dinner
















Esa noche decidimos cenar en el Ellen Stardust, ubicado en la zona de Broadway, cerca de Times Square. Este local de comida americana tiene la peculiaridad, aparte de su decoración de los años 50, que sus camareros interpretan de forma constante actuaciones musicales en directo. Se meten entre las mesas, se suben en las barras y el ambiente es totalmente informal y animado. De nuevo, eso sí, es casi como comer en mesas corridas. Ahi, te sientas y rozas codo con codo a los comensales de al lado. Lo pasamos genial…

¿Estaba buena la comida? La verdad que no nos acordamos, fue algo secundario, primó el espectáculo.

Broadway

Antes de retirarnos al Hotel del Terror, nos damos un paseo por Broadway, un paseo tranquilo, entre carteles de musicales, obras de teatro y un ambiente incesante que parece que nunca quiere acabar.

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